El rumor de la escritura. La estrategia vivificante de Pepe Buitrago

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Nobody (él) (izda.) y Nobody (ella) (dcha.). 2002, hologramas de reflexión, 200 x 100 cm c/u

La presente entrada reproduce en su integridad el ensayo que publicamos en el catálogo de la exposición individual de Pepe Buitrago (Tomelloso, Ciudad Real, 1954), Pepe Buitrago, celebrada en el Centro Municipal de las Artes de Alcorcón en 2004. Fue el primer ensayo que publiqué sobre un artista cuya obra he acompañado con otros textos, comisariados y conferencias, durante los últimos tres lustros Cfr. Abad Vidal, Julio César: “El rumor de la escritura. La estrategia vivificante de Pepe Buitrago Incursiones figurativas en torno al imperio de la mentira”, en Pepe Buitrago. Alcorcón, Centro Municipal de las Artes, 2004, texto sin paginar. El catálogo ofrecía una traducción del ensayo al inglés, responsabilidad de Paloma Gil Quindós.

El rumor de la escritura. La estrategia vivificante de Pepe Buitrago

La obra de Pepe Buitrago, pese a la heterogeneidad de los instrumentos, medios, técnicas, disciplinas, soportes y formatos en los que se ha venido corporizando, desde la pintura al libro manipulado, del mail-art al desarrollo genuino de procedimientos holográficos, se encuentra asentada en una base conceptual tan sólida en su relevancia, como plural y leve en su apariencia, nunca invasora, tajante, grosera, unívoca y definida de una vez para siempre. De ello se sigue que afirmar la presencia de una poética en su elaborada producción resulte redundante. Una poética que se desarrolla pareja a un compromiso con el valor mismo de la obra, con un respeto por su naturaleza objetual y económica, que ha hecho responsable a Buitrago de su negativa a la contaminación ociosa o sensacionalista, a concesión alguna a mecanismos que si parecen poder ser dominados, acaban por minar posibilidad alguna de resistencia. Y es que, el dominio artesanal de su producción, para lo que, en el caso de los procedimientos holográficos que maneja le han sido precisos años de aprendizaje que renueva y actualiza, es valorado altísimamente en su trabajo, un trabajo que exige una disciplina y rigor propios de los alquimistas.

BLOG 1-La secuencia de las apariencias

La secuencia de las apariencias. 2004, técnica mixta, hologramas, metacrilato, tornillos y aluminio pintado, 110 x 175 cm

El fotógrafo húngaro László Molohy-Nagy, que participó en la Bauhaus y desarrolló la técnica del fotograma, es decir, el procedimiento mediante el cual el papel emulsionado no es afectado por un haz de luz, como ocurre con el empleo de la cámara fotográfica, sino por la superposición directa sobre él de objetos –objetos que se recortarían visiblemente del conjunto por interferir entre la luz y el papel-, afirmaba que la fotografía y el fotograma permitían formar, configurar la luz. En el caso de la holografía, podríamos afirmar que se trata de una escritura de la luz. El término holografía procede de dos vocablos de origen griego, “holo” (todo), y “grafía” (escritura). Holografía vendría a significar, de acuerdo a esta pesquisa etimológica, una suerte de “escritura del todo”, o bien “donde se ha escrito o escribe todo”.

BLOG 8-La apariencia La secuencia de las apariencias. 2004, técnica mixta, hologramas, metacrilato, tornillos y aluminio pintado, 110 x 175 cmde las secuencias

La apariencia de la secuencia. 2004, técnica mixta, hologramas, metacrilato, tornillos y aluminio pintado, 110 x 175 cm

En realidad, como ocurre, por lo general, con los fenómenos del lenguaje, esta definición peca de ingenua o, cuanto menos, sólo puede ser tomada en consideración en un sentido metafórico o figurado. El procedimiento holográfico es una derivación de las técnicas fotográficas, particularmente próximo al fotograma, con la salvedad fundamental de precisar para su realización de luz láser. Sobre el material emulsionado se revelarán las interferencias entre ésta y la luz y un objeto, objeto que será el elemento que la holografía nos muestre con el efecto tridimensional por todos conocido. Un elemento que ha interferido la luz por varias vías, no una única, tal y como ocurre en el fotograma y el revelado fotográfico tradicional. A esta multiplicidad de vistas es a lo que se refiere el vocablo “holografía”, como “escritura del todo”. Pero es evidente que la escritura no todo lo puede, como el pensamiento postestructuralista ha pretendido desvelar, o cuanto menos desenmascarar el poder manipulador del lenguaje.

Si la reflexión sobre el significado del término “holografía” nos ha conducido a la constatación de estrategias discursivas tendentes al desenmascaramiento de las estructuras de poder presentes en el fenómeno del lenguaje, que negligentemente, a menudo, puede pasar por natural, resulta al menos notable que Pepe Buitrago haga uso del procedimiento holográfico, precisamente, para afirmar su posición en el mundo que pasa por la denuncia, a través de los cauces del arte, de los mecanismos opresivos que conducen al ser humano a su alienación. En efecto, un recorrido por su trayectoria permite apreciar que existe un objeto de representación predilecto en su conjunto: el ser humano. El ser humano en conflicto consigo mismo y con el otro, en una estrategia discursiva que remite a la incomunicación, al aislamiento o la pérdida de la individualidad, de la subjetividad, como una condena en el imperio del consumo, narcotizante del dolor que de suyo ha causado en una espiral viciosa en la que las víctimas ya no parecen contarse.

BLOG 4-Sostenible -Insistenible

Sostenible-Insostenible. 2004, hologramas, cristal y madera pintada, dimensiones variables

Si la obra de Buitrago constituye una suerte de espejo en el que se apela a la reflexión del espectador a través de su sensibilidad, en los últimos años, ha desarrollado entre sus diferentes temas un asunto que conduce casi abismalmente a una consideración sobre la evitabilidad de este exilio del ser humano respecto de sí mismo. Para ello, ha empleado una tradición escultórica y arquitectónica clásica que aún se practica, la representación de cuerpos humanos como pilares de edificios. Cuando el personaje es masculino, esta representación se conoce como atlantes; caríatides en el caso de que sea femenino. La denominación masculina procede de Atlas o Atlante, gigante condenado por los dioses a soportar sobre sus hombros el peso del mundo como castigo por haber dirigido la lucha de sus hermanos contra los dioses Olímpicos, que resultarían finalmente vencedores. La denominación de cariátides resulta aún familiar, al haber dado nombre al pórtico meridional de uno de los templos de la Acrópolis de Atenas, el Erecteion, precisamente por conservar aún seis de estas columnas con forma de mujer. Como parte de varias instalaciones; Buitrago ha introducido en sus hologramas sendos frisos de atlantes que de modo explícito sugieren que se encuentran sustentando los elementos que se hallan sobre ellos. Así, por ejemplo, ocurre en una estructura cuasi arquitectónica, Sostenible-Insostenible (2004, hologramas, cristal y madera pintada, dimensiones variables). En este trabajo, un friso de hologramas con el tema de los atlantes parece atravesar distintos paneles de madera que se cierran formando un habitáculo no practicable, pero cuyo interior puede observarse a través de los hologramas. La estructura, de naturaleza opresiva, remite a una reflexión sobre las figuras mismas que se representan: hombres que sustentan el mismo orden que les comprime, constriñe y encarcela. Como se desprende del propio título de la instalación, como modernos atlantes, somos nosotros los que soportamos el orden imperante, y, sin embargo, nos es aún posible en lugar de llorarnos, considerar la posibilidad de su reversión.

15-escalera-Espejo de un mundo sin salida

Espejo de un mundo sin salida. 2002, escalera de madera y ocho hologramas, 250 x 50 cm

Un elemento fundamental de la obra de Buitrago, y que es afín al de otros creadores contemporáneos, es la simultaneidad de estéticas diferentes, lo que conduce a una suerte de esquizofrenia que nos ha parecido barroca en cuanto afirmación de un estadio calamitoso. Si las imágenes holográficas resultan para la mayoría de los espectadores una experiencia relativamente nueva y relacionadas en su contemplación o disfrute con ficciones científicas ambientadas en un irregularmente probable futuro, una estética tecnológica aparentemente fría, Buitrago las inserta en elementos que forman parte de nuestra escena habitual, o incluso en elementos artesanales más propios de ámbitos rurales que habituales en lo urbano. Existe así una suerte de ruptura cronológica que derrumba las expectativas y provoca un vértigo emocional o discursivo que puede despertar mecanismos reflexivos. En una de sus más inquietantes obras, Espejo de un mundo sin salida (2002, escalera de madera y ocho hologramas, 250 x 50 cm), Buitrago ha empleado una escalera de mano de madera para introducir en sus huecos sendas hologramas en las que se aprecia, precisamente, a un hombre solitario que se halla en una escalera similar a la real, pero a diferente escala, y siempre incompleta. La indefinición del escenario y el imperioso silueteado de la figura y la escalera (la holografía sólo recorta formas, siluetas, incapaz de detallar texturas, cromatismos, etc.), ocultan a su espectador el sentido del movimiento de su protagonista. En su ascensión o bajada está sólo y no sabemos qué le espera o de qué huye, acaso inútilmente, si se toma en consideración el título de la obra.

BLOG 9-El sentido del ser se despierta

El sentido del ser se despierta. 2003, hologramas, papel y metacrilato, 102 x 52 cm

La indefinición de sus escenarios -podemos considerar el holograma como un escenario en el que ocupamos esa “cuarta pared”, donde se hallan las butacas- provoca que el espectador enfatice su preguntar, lo vivifique. Buitrago, por ejemplo, ha reutilizado el motivo del hombre en la escalera en una de las obras en las que parece encapsular sus figuras en formas que semejan grandes tarros. En esta ocasión se perciben verticalmente tres ascensiones-bajada de las que participan un total de nueve figuras masculinas que no interactúan unos con otras. Buitrago ha titulado la obra El sentido del ser se despierta (2003, hologramas, papel y metacrilato, 102 x 52 cm). Parece que Buitrago persigue con una obra proteica (desde la heterogeneidad de sus procedimientos hasta el hecho de que las imágenes holográficas dancen ante el espectador si éste se mueve y evoluciona frente a ellas), que el lector de sus trabajos se ciña o desconsuele ante su soledad, moviéndole a rellenar esos huecos, siempre móviles, indefinibles como nuestro propio deseo, fidelidad o cólera. En esa búsqueda que nos mece, todavía. Y en la que todo está aún por escribir.

Acerca de juliocesarabadvidal

Julio César Abad Vidal es Premio Extraordinario de Doctorado en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid, es Doctor en Filosofía (Área de Estética y Teoría de las Artes), Licenciado en Historia del Arte y Licenciado en Estudios de Asia Oriental, asimismo por la UAM. Desde su primera publicación, en 2000 y, en sus proyectos como docente y comisario, se ha dedicado a la reflexión sobre la cultura contemporánea con tanta pasión como espíritu crítico. Crédito de la imagen: retrato realizado por Daniela Guglielmetti (colectivo Dibujo a Domicilio); más información en https://juliocesarabadvidal.wordpress.com/2015/07/29/dibujo-a-domicilio-un-cautivador-proyecto-colectivo-socio-artistico/